Puertas Abiertas • 07 mar. 2021
Por causa de su fe en Jesús y por ser mujeres, las cristianas son doblemente excluidas de la sociedad
En muchos países, tanto hombres como mujeres son perseguidos por elegir seguir a Cristo. Cada año, la Lista Mundial de la Persecución publica un ranking de los países donde los cristianos enfrentan mayor persecución. Sin embargo, la persecución es aún más intensa para las mujeres, quienes enfrentan hostilidad no solo por su fe, sino también por su género. Es decir, las seguidoras de Jesús son doblemente vulnerables: por ser mujeres y por ser cristianas.
¿Qué tiene que ver el género con la persecución religiosa?
En algunas culturas, las mujeres son vistas como inferiores a los hombres y, por ello, enfrentan desventajas sociales. Muchas no pueden trabajar y se les niega el acceso a los mismos derechos que los hombres. Esta exclusión las convierte en blancos fáciles de los perseguidores y extremistas, ya que el sufrimiento de las mujeres suele ser ignorado por quienes las rodean.
Debido a su mayor vulnerabilidad en la sociedad, las mujeres y niñas cristianas son más propensas a la persecución
Las cristianas enfrentan con mayor frecuencia formas de violencia oculta, como matrimonios forzados, agresiones sexuales y prisión domiciliaria, entre otras. Estos tipos de persecución son menos probables en los hombres, especialmente en países donde ellos tienen el poder y ocupan cargos de autoridad y privilegio sobre las mujeres.
La doble vulnerabilidad de las mujeres cristianas no excluye la persecución a los hombres y niños que también siguen a Cristo. Ellos también enfrentan formas de persecución, aunque generalmente son más visibles, como agresiones públicas, asesinatos, despidos laborales o encarcelamientos.
¿Cómo afecta la persecución de las mujeres cristianas, también a los hombres cristianos?
Además de ser perseguidas de manera más compleja, muchas cristianas también son blanco de violencia como una forma de dañar a los hombres cristianos. Es común que extremistas ataquen a las hijas y esposas de líderes cristianos, pues buscan afectar lo más valioso para ellos: la familia.
La joven Habiba (nombre ficticio) conoce este sufrimiento de primera mano. Tenía solo 13 años cuando militantes atacaron su aldea en Burkina Faso y la secuestraron junto con su familia y la nieta del pastor del pueblo. "Nos obligaron a casarnos. Yo tenía 13 años, pero ella solo 11. Nos violentaron sexualmente. Solo esperaba mi turno para ser asesinada".
La persecución a las mujeres cristianas también se usa como una estrategia para dañar a los líderes cristianos y a sus familias
Mujeres y niñas como Habiba y la nieta del pastor son utilizadas para debilitar comunidades cristianas. En algunos países, líderes musulmanes alientan a los hombres a casarse con mujeres cristianas como una forma de aumentar el número de seguidores del islam y reducir la presencia cristiana.
Equipando a líderes cristianas en Vietnam
La organización Puertas Abiertas trabaja con iglesias para capacitar y equipar a sus líderes, ayudándolos a proteger a sus congregaciones y desarrollar estrategias de resiliencia. A través de socios locales, recuerdan a los cristianos los principios bíblicos, animándolos a responder a la persecución con amor y solidaridad dentro de sus familias y comunidades.
Muchas mujeres cristianas también reciben apoyo a través de proyectos de generación de ingresos. El objetivo es que dejen de ser vistas como vulnerables y que se les garanticen sus derechos y libertades. Sobre todo, que afiancen su identidad en Cristo, para que, a pesar de la persecución, sigan siendo sal y luz.
Ora por las mujeres cristianas perseguidas
Capacita a mujeres para liderar iglesias domésticas
Para que el evangelio siga extendiéndose en lugares donde hay persecución, se necesitan líderes preparadas. Con tu donación, mujeres cristianas que lideran iglesias clandestinas en Medio Oriente podrán recibir capacitación bíblica en encuentros en línea y así fortalecer a sus comunidades cristianas.
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